jueves, 3 de octubre de 2013

Elisabeth Kübler-Ross




Sobre la muerte y los moribundos

Para iniciar este ensayo, retomare un poco sobre la introducción de este libro, lo que el autor quiere plasmar es este escrito.
En este libro la doctora desarrolla su teoría sobre las cinco fases por las que ha de atravesar un paciente al que se le diagnostica una enfermedad mortal: Negación, ira, pacto, depresión y aceptación de la muerte. Señala cómo siempre hay que dejar al enfermo un hilo de esperanza en su curación para ayudarle a atravesar estas fases y que los familiares deben aceptar también el fin del ser querido a fin de no hacerle sufrir innecesariamente.
 Menciona que el personal hospitalario debe ser capaz de entender las fases que atraviesa el enfermo y que frecuentemente en esos momentos sus necesidades son más psicológicas que terapéuticas. Nos habla de cómo podemos ayudar desde nuestra naturaleza humana a las personas que viven cercanas a la muerte, y a su vez, como podemos permitir que ellos nos ayuden a nosotros mismos, enseñándonos como el sentido de la muerte puede dirigir nuestras vidas hacia una expresión enriquecedora de la muerte y el dolor. Sobre la muerte y los moribundos cubre esta carencia, esta obra muestra cómo controlar dichas emociones y cómo transformar las actitudes para aliviar el sufrimiento psicológico.
Por ello, este libro es no solo indispensable para profesionales de la sanidad y psicólogos, sino también para todas las personas que deseen abordar su futuro con responsabilidad.
Enseguida iniciare a retomar lo que es el capítulo I, "Sobre el miedo a la muerte". Este capítulo nos introduce al miedo que se enfrenta el moribundo antes de abandonar esta vida, de igual forma nos da un panorama general sobre la manera en cómo, algunas culturas, consideran a la muerte y los tabúes que se ha generado en torno a la misma.
Con algunos ejemplos, nos sugiere que antes de abandonar la hermosa vida, arreglemos nuestros asuntos para no dejar problemas a los deudos y por último toca un asunto delicado: “la evasión de la realidad y las mentiras contadas a los niños” cuando uno delos padres ha muerto y el daño moral y psicológico que se les puede ocasionar.

La doctora Elisabeth Kübler escribe, "Cuando volvemos la vista atrás y estudiamos las culturas de los pueblos antiguos, constatamos que la muerte siempre ha sido desagradable para el hombre y probablemente siempre lo será. Desde el punto de vista de un psiquiatra, esto es muy comprensible, y quizá pueda explicarse aún mejor por el conocimiento básico de que, en nuestro inconsciente, la muerte nunca es posible con respecto a nosotros mismos". Para nuestro inconsciente, es inconcebible imaginar un verdadero final de nuestra vida aquí en la tierra, y si esta vida nuestra tiene que acabar, el final siempre se atribuye a una intervención del mal que viene de fuera.
La muerte es uno de los principales miedos para los seres humanos, tenemos una idea tan errónea de lo que consiste y que es un proceso normal, y que cada ser lo vivirá de distinta manera (religiones, creencias) pero siempre imaginando que habrá después de esta muerte. Algo muy importante que la doctora nos recalca en este capítulo es la idealización que dejamos a los niños sobre la muerte. Menciona que cometemos un error en no involucrarlos en este proceso de duelo.
 Es importante que ellos se sientan parte de esto, que comprendan que es un proceso natural que se tiene que vivir en familia. La mayoría lo que hace es decir "por su bien, hay que mandarlos con algún familiar", y no es así, por qué el alejarlos les hace creer una idea de duda, de saber que lo que pasa es algo malo, prohibido, donde solo los adultos tienen que saber.
El hecho de que se permita a los niños permanecer en una casa donde ha habido una desgracia y se les incluya en las conversaciones, discusiones y temores, les da la sensación de que no están solos con su dolor y les da el consuelo de la responsabilidad compartida y del duelo compartido. Les prepara gradualmente y les ayuda a ver la muerte como parte de la vida.
Es una experiencia que puede ayudarles a crecer y a madurar". La doctora también menciona, es porque se les da el aspecto de dormidos a las personas ya fallecidas, negando y temiendo a la única realidad, muerte. Al moribundo se le trata como un completo desconocido, no se le considera para decisiones, en casa, en hospital, el que está a su cuidado o familiares toman decisiones por el, sin saber cómo se está sintiendo o que es lo que en realidad desea.
No existe la cultura de tomar en cuenta al paciente moribundo, en el caso de un hospital el paciente puede pedir a gritos descanso, paz y dignidad, pero sólo recibirá infusiones, transfusiones, un aparato para el corazón o la traqueotomía si es necesario. Puede que quiera que una sola persona se detenga un solo minuto para poder hacerle una sola pregunta. Pero se encontrará con una docena de personas pendientes del reloj, todas activamente preocupadas por su ritmo cardíaco, su pulso, su electrocardiograma o sus funciones pulmonares, sus secreciones o excreciones, pero no por él como ser humano.
Relacionando este primer capítulo con las perdidas y duelos, puedo mencionar que las perdidas las vivimos todos, y es claro que cuando decimos todos nos referimos a niños, jóvenes adultos y adultos mayores.
A lo largo de la lectura del libro, la psicóloga Elisabeth Kübler-Ross nos propone las 5 entapas para la elaboración del duelo presente a una perdida. Las cuales ya han sido mencionadas anteriormente Negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Que pasa en nuestros años anteriores, la muerte ha sido catalogada como hasta ahora, huir de esta etapa que corresponde a la vida. La mayoría vivimos con un miedo ante la muerte, ante este proceso tan natural.
 Algo que no olvido y retomo para este ensayo es, que aunque todos los duelos suelen tener elementos comunes, cada uno constituye una respuesta adaptativa individual. Claramente lo menciona este capítulo, con el tiempo de los años la forma de pensar va cambiando las pérdidas a las que nos enfrentamos de igual manera son diferentes. Pero algo importante es que conservamos gran parte de las culturas y de acuerdo a la religión retenemos esos miedos que no permiten recibir nuevas cosas o aceptar los procesos naturales que tenemos.

El sentido de la vida y el significado de la muerte, son inquietudes universales, y en el caso de la muerte, estas inquietudes proceden, entre otros aspectos, del miedo a lo desconocido.
Esta parte del capítulo donde Yalom efectúa una magistral exposición al respecto en su obra Psicoterapia Existencial, en la que, desgrana el miedo universal a la muerte, y en la que por ejemplo, describe cómo la muerte es una fuente primordial de angustia, y como tal, es un manantial primario de material para la psicopatología.
Así, como bien sabemos, el miedo en nuestra civilización, ha convertido la experiencia de la muerte en un gran tabú.
El tabú es fruto de una actitud y como tal, es susceptible de cambio.
Cambiar actitudes, no es fácil, aunque  es posible.

En esta su primer obra la doctora Elisabeth Kübler-Ross hace una propuesta que cambio totalmente muchos aspectos sobre la muerte, y no solo para los moribundos, sino también para estas personas involucradas, dícese familiares, amigos, conocidos, etc.
Pero sobre todo nos queda claro que no solo es ante la muerte, si no ante cualquier perdida, o separación que surge el individuo.
Es muy importante que la persona esté consciente que este proceso de pérdidas es tan natural, y que todos sin excepción alguna las tenemos que vivir. 

Cada pérdida importante puede ser también una oportunidad de transformación, si podemos integrar la amplia y profunda gama de sentimientos, emociones, actitudes, creencias, ideas, omisiones y acciones implicadas en el proceso.


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